Integración legal
La Verdad de Murcia, 2008-02-08
El planteamiento del PP encuentra acomodo en otras legislaciones próximas como las de Francia – donde se exige examen sobre la lengua propia y los valores de la República – , o las de Holanda, Dinamarca y Alemania, en las que se establece desde un compromiso de inserción lingüística para recibir ayudas públicas hasta un permiso de residencia condicionado a una prueba sobre el idioma y la historia del país de acogida. Pero la iniciativa de los populares se ha presentado con una excesiva vaguedad para una pretensión tan delicada, que no sólo propicia justificaciones frívolas y reprobables por parte de alguno de sus dirigentes, respondidas con acusaciones de xenofobia igualmente interesadas por parte del Gobierno. Sugiere, sobre todo, serias dudas de legalidad sobre el encaje normativo que adoptaría una disposición que vincula al ciudadano extranjero no con uno nacional, sino con el conjunto del entramado constitucional. Al tiempo que resulta muy cuestionable que pueda evaluarse jurídicamente la asunción por parte de los inmigrantes de lo que el partido de Rajoy denomina «las costumbres de los españoles», un terreno resbaladizo en el que ni siquiera el consenso partidario bastaría para conferir al contrato una legitimidad indubitable